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Siguiéndole al corto período de la Dinastía Qin, la Dinastía Han estuvo dividida en dos períodos, la Han del Oeste y la Han del Este. Entre estos dos períodos, se llegó a reinar desde el 202 a.C hasta el 220 d.C. Se considera que esta dinastía aportó mucho en cuanto a cultura, política, tecnología y educación, dado a diversos descubrimientos y decisiones que se fueron realizando a lo largo del reinado.
Dinastía Han del Oeste (o Dinastía Han Anterior)
La dinastía Han Oeste extendió su reinado hasta el año 9 d.C. Esta centralizó su capital en la actual ciudad de Xi´an e implementó el confusionismo como ideología oficial, aplicándola en todos los aspectos políticos, educacionales y sociales. Dentro de sus dirigentes, se destacó una figura importante, la del Emperador Wudi, quien obtuvo un talentoso reinado con definidos logros económicos, militares y políticos. Lo más destacado fue la centralización del poder, evitando el enriquecimiento de poder de la jerarquía.
También durante este período se abrieron las rutas de comercio de seda, expandiéndose por diversas regiones, de las cuales hoy en día conocemos como la Ruta de la Seda.
Dinastía Han del Este (o Dinastía Han Posterior)
La dinastía Han del Este se extendió desde el año 25 al 220 d.C, tomó como capital a la ciudad de Luoyang en el año 25 d.C. Se caracteriza por haber aportando grandes avances tecnológicos, en los que se destaca el descubrimiento de la técnica para realizar el papel, inventada por Cai Lun, concediendo un gran ahorro y progreso dentro de la educación, comunicación e información.
Fin de la Dinastía
La Dinastía Han encontró su fin en el año 220, tras el reinado del Emperador Xian Di, una suerte de títere dispuesta por un coronel, que llevó a la decadencia y pérdida del reinado tras una gran serie de revueltas, manifestaciones y desastres que generaron la nueva división de todo China, estado que no se modificó hasta la llegada de la Dinastía Sui, casi 400 años después.